cuatro domingos

I
el domingo estuvo bien, así,
mirando desde acá,
un domingo solos, otra vez, con las lentas tareas
un orden que se mantiene,
se desparrama
y volvemos a poner en el mismo lugar
por miedo y por costumbre, aunque alguno de nosotros ya no está

II
te acordas que estábamos en esta misma cama
tan suave y tibias las pieles
el sol que también dormía con nosotros
el desayuno y las migas de la mañana.
mi cruel andar, sin deconstruir.
tu valor.

III
hay algo que no entiendo
tantas veces lo desee
y no se produce.
despertamos en varias habitaciones
con paredes de colores diferentes
el calor por todos los rincones.
el agua de la piscina inmóbil,
como nuestros sueños.

IV
hoy caemos de la cama
un solo ruedo y quedamos a la vista
saltamos, todos, porque el día brilla
y no queremos que se nos escape de las manos.
libres, por un día, seremos
simplemente
nosotros.




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