escritos sobre la fiebre

hoy me desperté, bah, si se puede decir despertar.
estuve toda la noche entre este mundo y ese otro,
el del delirio de la fiebre;
entre  sábanas húmedas de transpiración
y tortuosas escenas de la vida diaria.
cuántas cosas ya escritas sobre la fiebre
cosas como "delirio" "abrazos" "revelaciones"
y cuántos poetas que, inmersos en ella, buscan
su temporada en el infierno,
una realidad que levita en horas bruscas.
puedo recordar...
la fiebre baja y te deja una lección,
unos grados de más y todo se espesa alrededor,
como el planeta:
los mares se elevan, las ciudades son absorbidas, el caos,
así queda tu vida.
cada cinco años másomenos tengo estos accesos,
entonces tengo que replantear mi realidad,
cambiar de vida, cambiar de ciudad, cambiar de ropas.
recuerdo unos días, hace unos años, en los que me abrazé
en la aventura de un fotógrafo en la plata,
nunca había leído en tan corto tiempo una novela
ni pude hacer tan perfectas esas diagonales,
ni ver sus rostros, y escuchar sus voces,
fue un momento en el que decidí mudarme allí:
escribir, entre accesos de fiebre y hambre
y al despertar estar aquí todavía,
con una pañuelo húmedo en la frente
y una mano que se contrae ante mí calor,
como un  hierro en las llamas
y un nombre buscándome
Martín, Martín, Martín...




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