preguntas a gw carver

son un aliciente en esta etapa
como después de dejar las drogas diarias y alegres
fue mi ex.
me siento frente a la pantalla
para seguir la catarsis diaria,
pelo  manís
a mi derecha
los engullo como al mundo .
hubo un época donde cada  vez que quebraba una cáscara
creía que ese era un buen momento
para que explote el calefón y me despedazara en partes
con el gusto de flujo en mi paladar
y después las cáscaras juntándose
ensuciando
apareciendo debajo de nuestra cama
los domingo a la tarde.
¿pero cómo puede ser esto, g w carver?
es junio y es así:
pelo un maní y ahí la semilla
negra
las cenizas de lo que pasó.
ahí la semilla
amarillenta;
pequeña y arrugada,
la caducidad de lo que tan consiente estuvimos.
de vez en cuando
una semilla  recuerda al paladar el sabor que buscamos y olvidamos
cada tanto en estos meses y no encontramos;
y parece que de la bolsa vamos a sacar más semillas brillantes y robustas, un último delicioso fruto y cerrar la historia,
entonces, negro
¿qué y por qué?
¿viste ésto en tu laboratorio?
de nuestros hijos me olvidé;
uno puede olvidarse de eso,
lo digo como hijo.
al final en la boca siempre está la semilla
y el resto puede ir a la basura
padres
abuelos
tíos
amigos
hasta la otra semilla que nos acompaña en la cáscara
cuando lo hay porque lo mejor sería ser una semilla solitaria
única y imprescindible.
entonces ¿dónde están los bueno frutos?
lo mejor siempre es para afuera
y acá estamos con lo que sobró
de cosechas pasadas.
 hablando de eso
después de separarme
después de aquella por la que dejé la felicidad opiacente
vinieron más
con el desgano de la rutina diaria,
desayuno
trabajo
llamadas
algún alimento compartido
y los momentos en los que no pudimos detener
a los hijos que todo lo arruinan,
las semillas que inevitablemente
arruinará la plaga,
tan inevitable como necesario
para mejores cosechas.