no, no es lo mismo

caminamos por bv ,
el trolebus
¿te acordas ?
que subíamos, sin importar a donde ir,
a la máquina  que impele nuestro nuevo mundo.
nos colgábamos de los pasamanos quedando nuestros pies al aire,
las mochilas ahí abajo rodando en cada esquina,
el gusano loco de nuestra juventud,
horrible juventud bien guardada.
ahora
veo pasar una lata oxidada que rechina en cada recuerdo.
mariano, odiamos tanto aquello
y  de esta vida nos vamos
sin saber del perfume
que tan torpe buscamos.
años después
cada caída nos recordaba aquel instante,
el estúpido momento
- de rumbo cierto y varonil-
donde todos se juntaron,
en el añejo patio,
muchos presidentes
tantos de los otros,
un recuerdo como  esta lata que cae bv abajo
por la  fuerza de la gravedad
y la dinámica de los nuevos aires que cruzan
una rendija hecha a golpes.
busquemos una mesa
que de a nuestra esquina :
otra vez golpeándonos  los brazos
a modo de despedida...
ahora hay risas frente a D y Q
ese es el cambio,
y es mejor  que lo mismo,
que lo mejor sería morir ahora en el desguace de trolebus.