ha llegado

una niña duerme  con su madre
en un sommier
al calor de ellas mismas, sin más, cruzan sus piernas y ríen.
años antes sus padres
intentaban que  ella aclare
la confusión del deseo en la noche que nevó.


un muchacho va junto a otro 

por una camino donde la nieve es lodo,
se apoyan sobre un alambre tejido
perimetral,
golpean sus manos enfundadas en guantes
tejidos.

una mujer camina cuarenta cuadras 

en la medianoche,
bordea el mar apagado
calmo
sola, 
no tiene  nada para pensar
y lo hace.

todos llaman

envían mensajes a sus parejas, hermanos, amigos...
nadie sale al frío de la noche
por nada.

los motores calientes de los autos

abren  la noche
y sus faros el arma 
en la riña,
somos testigos
a lo que nadie indagará.

en ninguno está eso que esperamos,

los que  amamos 
contamos lo que falta para llegar,
los minutos para dormir, 
lo que tarda la luz.
nos empujan hacía un calor,
cualquiera,
da lo mismo
cuando se abren las puertas.

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