música en el pool

creo que no tenía otro registro
eso le contesté a la rusa cuando
al terminar la segunda canción del disco
dijo que le parecía que gritaba mucho.
la rusa no entendía una mierda
ciertas cosas,
me gustaba hablar con ella de mis problemas
de mis amores fracasados...
hasta una vez me lavó mi gorra puma,
sabía que me gustaba pero que no daba más de sucia
de tanto que la usaba,
pero no sabía de ciertas cosas
por ejemplo de pizza,
era solo un alimento
de los viernes en el pool.
ese que estaba en el depósito piso abajo
del bar de san luis y alvear,
entre maples de huevos y cajones de tomates verde.
dijo: grita mucho.
tal vez no lo dijo así
sabía que solo a ella iba a mostrarle mis canciones; y a colombres
que a los dos primeros temas del disco solo se dedico a meter las lisas en cada esquina de la mesa
mientras yo apoyado sobre una heladera
fumaba y golpeaba mi pie en el suelo.
dejó en claro que esa música no le gustaba
y como teníamos libertad sobre la música que se pasaba en nuestro bar de nuestra esquina
fue como un decir
es momentos que cambies eso
la rusa a veces se peleaba con gente de su misma condición
que ponían cosas populares o de moda
o intentaban sintonizar mtv con un coaxil falso en un telefunken de los ochenta.
vagabundeaba horas escuchando discos
en aquella pensión
para después poner canciones
los viernes a la noche en aquel subsuelo.
ahora que lo recuerdo no lloro
es mejor estar enojado
que llorar.

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