vereda

últimamente el trabajo se está poniendo aburrido.
me quedo apoyado en un pie con los brazos en flexión sobre el mostrador mirando que todo está ordenado;
o salgo a limpiar la vereda ya limpia por la empresa contratada para ello, 
y que antes hacía el propio municipio.
o salgo a pagar impuestos
o a buscar cualquier menester
para no estar así,
con el sol en mi vereda 
y yo desde la sombra, 
apoyado en un pie
viendo como al pasar que en la misma vereda
hay hombres en ropas de grafa 
parados y bien apoyados en sus brillantes botines de trabajo.
esperando
esperando afuera del nuevo edificio que están construyendo;
y cuando zigzagueo entre esos hombres y sus motos 
no escucho palabras entre ellos
sólo el respiro y un exhalado largo de cigarrillos 
que no comparten,
como sus miradas
que solo esperan la figura del capataz de la obra
ha que abra el portón de chapa galvanizada y pida
un oficial,
un medio oficial,
un soldador,
un encofrador,
un maquinista...
mientras tanto, 
ocuapan la vereda 
hasta el mediodía.