¿por qué la gente come papas fritas?

¿por qué la gente come papas fritas 
cuando va a cenar a los restaurantes?
tal vez 
es, simplemente, lo que más les gusta comer,
ver en la mesa esos platos opulentos de amarillo destellante; 
tal vez,
porque salen rápido y nadie está dispuesto  esperar ni titubear frente al mozo
dejando bien en claro que el deseo es seguridad . 
comen papas fritas afuera de sus hogares porque en sus casas no lo hacen nunca, nadie quiere pelar las papas, cortar en bastones medianamente parejo; gastar, digamos, medio litro de aceite, resistirse a picar mientras esperan que el huevo y el bife de lomo estén cocinados; o tal vez, ya pesados en la sobremesa, limpiar la cocina manchada de aceite.
no lo sabemos, 
no estamos en la mesa de todo ellos,
ni en sus estómagos
ni en sus mentes
ni en sus casas
aunque ella, mi chica, quisiera
porque es, digamos, parte de este negocio
aunque a veces se olvida y hay noches
donde deja de comparar la carta de su competencia
y sonríe formando unos huecos en sus mejillas
y sus ojos se achican
y  se la corre el rimel que acaba de acomodarse.
una noche como ésta
con una llovizna fina de abril
de un otoño que no olvida el verano
una noche donde ella puede decirme sin más
"hace mucho que no salimos así"
solos
y me toma la mano
y no me escucha que estoy allá abajo
dando gritos
para sostener ese segundo
en el que sus palabras 
su sonrisa 
el rimel corrido
su pequeña mano
hace que sea por un segundo
el único hombre al que dirige sus palabras y pensamientos.
y sé que no lo soy. 
porque al frotar el metal frío de su anillo
recuerdo que 
ese segundo se fue. 
que la llovizna es ahora una lluvia constante,
que abril pertenece al otoño
y  que lo único que puedo decir me pertenece
es el brillo de las gotas corriendo por el barniz de las maderas de un alero
donde espera para subir
en mi auto.