nuestro viaje

el tren es algo del siglo pasado
y hacemos este viaje como lo hicieron nuestros abuelos
tantas veces y descuidados,
con un pequeño dinero en los bolsillos 
o una tela para cortar. 
mucha gente  tiene la necesidad de viajar
de una ciudad grande a una más chica,
del clima benévolo de la mañana al sofocante mediodía. 

viajamos por una línea que bordea el río
y no sabemos bien qué fue primero
si el agua o las vías,
el río se mueve tranquilo 
en unas vías que crujen al paso de la pequeña formación.

cada tanto pasamos túneles
pero  todo lo que oscurece 
en segundo es golpeado por un fluorescente 
que nos devuelve a nuestras rostros,
y sonreímos,
nos tomamos de la mano.
ya nada pasará.

cuando el guarda nos pica el boleto,
también parece del sigo pasado
como la oscuridad de aquel túnel.