ha empezado y no parará

el agua había hervido y quemado el nescafé batido mientras miraba por la ventana las gotas de la condensación bajar por el marco oxidado
como babosas moribundas,
cuando desperté jorge intentaba colocar un nuevo cesto de basura en el extremo oeste de la pileta de nuestro jardín.
digo intentaba, porque la tierra estaba humeda y a cada palada caía más nieve sobre el  fondo formando un charco marrón; 
era un cesto color naranja, caído sobre la vereda ya invisible de la pileta.
entonces me di cuenta que ha empezado y no parará,
que el cielo está de un gris  simultaneo,
que la luz de las farolas incandescentes será el único brillo que veremos,
que los vivos al caminar exhalan un vapor pesado de locomotora,
que de acá en más todo será  de un pasado
en  polaroids en blanco y negro.
quise bajar y ayudar al conserje,
al que todos llamamos Snoopy,
sostener el cesto naranja,
hundir hasta el fondo la estaca y
encontrar el sitio donde no hay nieve ni tierra,
ni estación.
pero Snoopy ya no estaba ahí
y solo se veía un triangulo naranja guiñar desde donde creo
está la pileta.

Comentarios

Entradas populares