Vincent y sus tontos concejos

estaba pensando en lo de esta noche
estaba pensando en Vincent
te tomas tu copa
te subes a tu auto
regresas a tu casa
te masturbas
y se acabó
pero no funcionó,
porque quería decirte
ya sabes ...
pero tantos te quieren,
te lo dicen,
se van,
se casan con otras,
vuelven para tomarse otra copa con vos
y no vuelven a llamar.
y acá estoy pidiendo
que el hielo de mi whisky no se derrita,
pero va  a pasar
y sabremos que es hora de irse,
de llevarte a tu casa
 mirarme en el espejo
y de creer inútilmente lo que
Vincent me dice al oído
pero lo importante
lo verdaderamente importante esta noche
es superar la prueba moral
con altura
quería decirte al salir del baño que no quiero
 empezar algo que después,
después termina.
en puertas que se cierran
dejándote sola con el pío de pájaro herido.
porque viste que estamos acá
tomando nuestras copas
y la música que aturde poco a poco se apaga
y sólo queda una voz.
la de Vincent
y espero que siga en mí
dando concejos estúpidos
en el espejo de un baño,
cuando deberías secarte
y salir y decir:
no, no quiero que se acabe 
que el hielo siga ahí
que el dueño de este
bar de mierda
se meta en su oficina
con una botella,
se pinte unas líneas
y estiré las patas de una sobredosis,
para dejar de romper las bolas
mandando a los mozos a
apurar a los parroquianos.
en el momento en que quiero decir
que levantes la mirada,
que calles de una vez
los gritos de esos poemas,
que lees incesantemente,
que estoy sentado
con el whisky aguado
mirándote
y que nunca
voy a decirte todo esto.
porque el dueño del bar
ya quiere cerrar caja
subir a su auto
buscar a su amante
tomarse una línea en sus tetas
regresar a su casa
decírle a su mujer
que fue otra noche más de trabajo.
y en mi cama
después de masturbarme
busco marihuana
que escondí en un tubo amarillo
de huevo kinder
de mi hijo,
que duerme,
y al que Vincent  no molesta
con sus concejos.
y mientras fumo en la terraza,
sé que tu vida no va a ser diferente
de las de tu hermanas
que se casaron,
tuvieron hijos después de ese casamiento,
compraron un campo,
edificaron un hogar,
y que la vida sigue así,
así como vos te imaginas
que siguen las vidas de la clase media provinciana.
y estando al borde de la medianera de la terraza,
mirando los árboles jadear  con las cálidas embestidas del zonda,
que cruza y me ahoga,
dejándome un lento respirar,
un pulso lento,
un hilo de vida
para sostenerme
y decir
me dije,
mirándome al espejo
que todos ellos,
que no levantas la mirada de esos poemas,
quiere que lo mires una única vez.



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